El pasado sábado 11 de Octubre,
viví intensamente y en primera persona una magnífica experiencia, de la que me habían
hablado hacía algún tiempo, pero no conocía in situ.
La verdad es que hay que estar
como una autentica “regaera” para coger el camino desde la Plaza del Salvador y
encajarte en El Rocío en poco más de quince horas y de un solo tirón, pero soy
testigo de excepción junto a mis compañeros de viaje: mi cuñao Guillermo y mi "hermano" Aurelio, que esta hazaña de "chifladura" se puede realizar sin que se te caigan
los anillos, es más, noventa y tantos “locos” son los que salimos del Salvador
a las 5 de la mañana, cuando aún no estaban puestas ni las calles… el
regimiento de “locos soñadores” con sus chalecos reflectantes, cruzábamos el
puente viejo de hierro de San Juan y cogíamos camino del barrio alto y de Mairena, Al alba, cuando amanecía, los locos caminábamos por tierras de olivares en busca de las Haciendas de La Juliana y Monasterejo…
Un poco más tarde alcanzábamos la entrada del cortijo de Lopaz y sobre la una
de la tarde vislumbramos el monumento a la Virgen en el Vado del Quema, ya
estábamos más cerca de Ella.
Mediodía en Villamanrique de la Condesa y a la
hora del té o de los toros, nos encontramos de bruces con la Raya… esta vez no fue
Raya polvorienta, más bien fué una Raya Real pasada por agua, por que llovió y de qué
manera, pero sarna con gusto no pica, como dice el refrán, nueve kilómetros
hasta Palacio y otros nueve hasta la tierra prometida… a las 8 de la tarde cuando la noche se nos venía encima, del cielo caían rayos y truenos, como anunciando nuestra llegada al Ajolí y la aldea nos
recibió con el diluvio universal, pero ya no nos podíamos mojar más de lo que
estábamos, mojados pero felices.
Sobre las nueve y media de la
noche, esos noventa y tantos locos que salían del Salvador, eso sí totalmente empapaos de agua, pero con la satisfacción en los
rostros del deber cumplido, nos sentamos a cenar ese caldito del puchero con
garbanzos, que sabe a gloria y ese pescaíto frito en el patio de la Casa Hdad. del
Rocío de Sevilla, todo un camino salvaguardado por el manto de la Virgen del
Rocío, sin Ella, nada de esto sería posible.
Por el camino muchas vivencias y
tiempo para todo… compañerismo, complicidad, compromiso, responsabilidad y también
momentos de verdadero cachondeo, cuando el Cabeza vestío de Guardia Civil con
tricornio de comandante al uso, le dio por pasar el scanner de seguridad a todos los locos, uno por uno, en la
puerta de la Casa de Juanma y Cruz en Mairena, antes del desayuno; lo gracioso es que el
tío, lo pasaba con un rollo de papel albal, jajaja… que arte más grande.
La organización es pa sacarla a hombros, de
diez; una orquesta perfectamente conjuntada, que baila al son que marca la
batuta de su director D. Manuel Canto y de sus lugartenientes Pepe Cabeza, Carmen
Raya, Juanma y Cruz, casi ná al aparato… sólo tengo palabras de elogio hacia
ellos. Muchas gracias a todos por habernos acogido como parte de vuestra
familia y por esos momentos tan entrañables que nos habéis hecho vivir.
Que la Virgen del Rocío y el
Pastorcito divino, os colmen de bendiciones a los “benditos locos”, que esta
marcha demente dure muchísimos años más y que un servidor, vuelva a tener el
privilegio en años venideros, de volver a caminar, codo a codo a vuestro lado hasta El Rocío. Un fuerte abrazo
a todos. Viva la Virgen del Rocío!!!!!.
Ojú, Miguel Angel, solo de pensar en andar tanto en tan poco tiempo, me entran unas fatiguitas de la muerte que estoy a punto de irme pallá. Enhorabuena por la hazaña y celebro mucho lo que disfrutásteis.
ResponderEliminarFrancisco. A. Acosta
Si señor. Una experiencia única, en un marco único y con unas personas excepcionales. Andar con vosotros dos ha sido todo un privilegio. Gracias
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