Quien no vió Sevilla, no vió maravilla.

Nacido en el macareno Hospital de las Cinco Llagas, criado en el Barrio del Tiro de Línea y vecino del Cerro del Águila; fiel amante de Sevilla y sus tradiciones. "Cofrade" por vocación, "Feriante" por adicción, "Rociero" por devoción y "Bético" por convicción.

domingo, 7 de marzo de 2010

Un "inciso" rociero en plena Cuaresma.

Hoy, hemos vivído, in situ, la peregrinación, que la Real, Muy Antigua, Ilustre, Fervorosa y Humilde Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de La Palma del Condado , hace anualmente, para postrarse ante las plantas de la Virgen del Rocío, en  este mes de Marzo; donde la fé de un pueblo entero, presenta sus credenciales, ante nuestra Madre y Señora.

La mañana, se presentaba bastante negra, climatologicamente hablando, salimos del Cerro del Aguila, con el cielo completamente encapotado y con una fina lluvia que calaba los huesos y nos plantamos en la Venta de Gato para deleitarnos con un desayuno, de los que hacen "pupa":  Cafelito,  peazo tosta de pueblo con aceite, tomate y jamon y copita de aguardiente de Zalamea para calentar el ambiente. Llegada al Rocio, misa a las doce del mediodia y a continuacion convivencia con los hermanos de La Palma en la Casa Hermandad.
Los que hemos estado allí, hemos sentido el abrazo hospitalario, del que hacen gala,  estos amigos palmerinos. No ha faltado de nada;  ni comida, ni bebida, ni cante, ni baile, ni rezos a la Virgen, todo ha sido esplendor, los negros nubarrones, que se presentaban por la mañana, poco a poco, fueron disipandose y convirtiéndose en un soleado mediodía en el "Real" del Rocío.

Doy las gracias a Mª Ángeles y Alejo como anfitriones de este evento por su dedicación y entusiasmo, al que como buenos rocieros, hemos asistido, sin mirar al cielo, cosa rara en estos tiempos, en que últimamente, el anticiclon de "Las Azores", nos ha dejado y debe andar "de vacaciones por Australia".

En definitiva, una vez más, nos hemos inyectado en vena, ese sentimiento rociero sin par y hemos vuelto a aspirar el aroma de Pentecostés en plena Cuaresma, cosa buenísima , ya que como bien dice, el amigo Alejo: "Los que somos rocieros, tenemos que venir por aquí, de vez en cuando, para que no perdamos, nuestras señas de identidad", que razón tienes amigo...

"QUE TODO EL MUNDO, SEA ROCIERO"
  S.S. Juan Pablo II

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