Quien no vió Sevilla, no vió maravilla.

Nacido en el macareno Hospital de las Cinco Llagas, criado en el Barrio del Tiro de Línea y vecino del Cerro del Águila; fiel amante de Sevilla y sus tradiciones. "Cofrade" por vocación, "Feriante" por adicción, "Rociero" por devoción y "Bético" por convicción.

domingo, 24 de noviembre de 2013

LA HIJA DE LA GIRALDA

Sor Bárbara de Santo Domingo, fue una religiosa sevillana que perteneció a la orden de los dominicos, vino al mundo en Sevilla el 7 de febrero de 1842, sus padres fueron Casimiro Jurado y María Isabel Antúnez.
Nació en el interior de la Giralda, justo en la rampa número treinta, pues su padre que era segundo campanero, ocupaba una habitación en la torre, por este motivo es conocida como “Hija de la Giralda”. Cuando contaba únicamente 11 años, su hermano mayor que tenía 13, falleció accidentalmente, al precipitarse desde la Giralda mientras repicaban las campanas, por estar celebrándose la octava de San Fernando.
En julio de 1859, con 17 años, ingresó en la orden dominica, tras seis meses como postulante, inició el noviciado el 15 de enero de 1860 en el convento de Madre de Dios, situado en la calle San José. Sin embargo tras los acontecimientos provocados por el estallido de la revolución de 1968, la orden fue trasladada al monasterio de San Clemente, donde falleció el 18 de Noviembre de 1872. Su director espiritual y confesor fue el padre Torres Padilla, sacerdote muy relacionado con otras monjas que han alcanzado gran notoriedad, como Santa Ángela de la Cruz. Debido a sus especiales virtudes y frecuentes visiones místicas, se encuentra en proceso de caonización.

En su lápida mortuoria, puede leerse la siguiente inscripción:
“Aquí yace el cuerpo de la sierva de Dios, Sor Bárbara de Santo Domingo Jurado Antúnez, religiosa dominica del extinguido convento de Madre de Dios. Por su admirable perfección de vida, singularísimas virtudes que constantemente practicó, gracias extraordinarias con que nuestro Señor la favoreció, y por la incorrupción de su cadáver por espacio de ocho días, terminó su peregrinación de esta vida terrestre en grande olor de santidad el día 18 de noviembre de 1872, a los 30 años de su edad”

domingo, 10 de noviembre de 2013

LA SEVILLA CAINÍTA


Las personas que me conocen saben la pasión que siento por la ciudad que me vio nacer, me encanta Sevilla, adoro Sevilla, amo a mi ciudad. Sus calles, sus plazas, sus gentes, su cielo azul, no tienen parangón con otros lugares, sin desmerecer por supuesto, a nadie. Pero… mi ciudad tiene algunas que otras cositas que ensucian su bella imagen. La ralea y ranciedad de ciertos sectores mayoritarios que componen el mundillo cofrade en la ciudad, es un tema que detesto profundamente.
Cada año por el mes de Noviembre, cuando en las calles de Sevilla se escenifica y se recitan los versos del Tenorio, el Consejo General de cofradías de Sevilla, celebra la designación del pregonero de nuestra Semana Santa. Siempre me ha gustado que el candidato a pregonero, a poder ser, pertenezca al sector de la comunicación, de la escritura o de la oratoria, que posea una cierta experiencia y que por supuesto ame a nuestra ciudad y su Semana Santa. Existen verdaderas quinielas dentro del consejo, con candidatos propuestos que en teoría deben tener un perfil de vida cristiana católica y modélica, en su esencia más estrictas y habitualmente suelen ser personas muy cercanas a la Junta de San Gregorio, mientras que de puertas para fuera, la inmensa mayoría del pueblo sevillano tiene sus propios candidatos, que año tras año, se caen de bruces como un castillo de naipes, ante la ineptitud del Consejo.
Este es el caso de Don Pascual González o de Don Víctor García Rayo, candidatos incansables que el pueblo de Sevilla demanda y que ansía verlos, más pronto que tarde, delante del atril del Maestranza, pero que en el caso del de la calle Oriente, le pesa en exceso su pasado juglar izquierdoso de “hippie” con pelos largos del “polígono”, algo fuera de lugar para tan rancia institución y en el caso del segundo: su falta de sintonía con algunos miembros del consejo; hacen que otro año más, por culpa de estos lumbreras “pseudocofrades” de San Gregorio, Sevilla deje escapar la posibilidad de escuchar un pregón, como Dios manda, en su versión más sevillana, castiza y cofrade y de nuevo optará por meternos con calzador otro estilo de pregón o de "sermón" mucho más oscuro, ambiguo y espiritual.
El consejo este año ha designado a Don Francisco Berjano, hermano mayor de la Hdad. de Vera-Cruz y también hermano de La Paz y el Baratillo. Persona que fue la artífice de que el Santo Lignum Crucis de Vera- Cruz, procesionára aquella tarde lluviosa de Lunes Santo a la Santa Iglesia Catedral y que tantas críticas recibiera por los cofrades sevillanos más rancios. En mi opinión este señor ha quedado desacreditado como pregonero, ya que el pasado año creyó que su predecesor en el Maestranza, Francisco Javier Segura, no era merecedor de que sus hermanos de Vera-Cruz asistiesen al teatro a escucharlo y devolvió las localidades. Desconozco si este año la Vera-Cruz volverá a devolver las entradas del pregón?...
Lamento pensar que su designación se deba a compromisos o a la vinculación que mantiene con distintos miembros del consejo o quizá que se haya visto afectada por un baculazo encima de la mesa del Sr. Bourrelier, por parte del Señor Arzobispo, ya que se dice, se cuenta y se rumorea por los mentideros cofrades que el pregón del Señor Segura, no fue muy del gusto de Palacio, espero y deseo equivocarme.

De todas formas, como buen sevillano que me considero, le deseo de corazón al Señor Berjano toda la suerte del mundo para el día 6 de Abril y espero que su pregón sea del gusto del pueblo de Sevilla.
Pascual, miarma !!! habrá que esperar...